La importancia de la revisión:
¿debo volver?


Tras obtener un diagnóstico y haber acordado un plan de tratamiento, es posible que tu veterinario te proponga realizar una cita de seguimiento. La primera suele ser a la semana de iniciar el tratamiento.

En una cita de seguimiento se realizan los siguientes pasos:

Esperamos que la respuesta sea que está muy bien, pero si no es así, podremos detectarlo y actuar lo antes posible. Incluso puedes tomar notas para compartirlas con tu veterinario.

Probablemente, tu veterinario querrá volver a examinar al perro, su oído  y repetir la citología. Con esto podrá comprobar si la inflamación/infección se está resolviendo según lo esperado. De lo contrario, podemos cambiar el plan de tratamiento.

Tu veterinario también querrá comprobar que el medicamento que te ha recetado funciona. Si le estás administrando la medicación a tu perro en casa, el veterinario podrá preguntarte cómo te está resultando la tarea. Así podrás comentar y expresar cualquier preocupación o dificultad que tengas. Se honesto con tu veterinario: ¿hace falta cambiar el plan de  tratamiento?

Puede que te hayan surgido más preguntas sobre el estado del oído de tu perro. Esta cita te permitirá encontrar las respuestas. Ninguna pregunta es demasiado insignificante y seguro que no eres el primero que se las plantea a tu veterinario.

Planificación a largo plazo: ¿qué pasa después?

En la mayoría de los casos de otitis, existirá un factor primario que provocó el problema que tenemos en el oído. Puede ser fácil de solucionar, como una espiga en el canal auditivo o parásitos que residan en el oído, pero en la mayoría de los casos el problema suele ser una enfermedad alérgica de la piel. Este problema primario puede complicarse aún más si la anatomía del oído es un factor predisponente o quizás por el hábito de nadar con frecuencia. 

Será beneficioso actuar lo antes posible. Si detectamos rápidamente la causa de la enfermedad del oído de tu perro, tú y tu veterinario encontrareis una solución eficaz beneficiosa para todas las partes. Esto puede incluir el uso regular de un limpiador de oídos o unas gotas antiinflamatorias.

Esto supondrá menor dolor para tu perro y tendrás una sensación de seguridad al saber lo que tienes que hacer y cuándo hacerlo.

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